Ráfaga Teatro/ 2015-2022
Buscamos hacer de un espacio ordinario un escenario. Aspiramos a sembrar la curiosidad en el espectador y hacer del convivio teatral una fiesta del encuentro.
Todo inicio con una primera inquietud: movernos muy fácil con nuestras producciones. Después apareció en el horizonte los lenguajes de calle, como la Comedia del Arte, vista como una herramienta para habitar escenarios a cielo abierto, espacios no convencionales para hacer teatro ¿qué lenguajes, técnicas y discursos nos podrían permitir dialogar con un público transeúnte, en espacios urbanos que son habitados por la vida cotidiana? Incontrolable sí, pero con la posibilidad de apropiárnosla. Encontramos un primer impulso, diríamos una inspiración en esta forma de hacer el teatro, tanto en su producción y movilidad, como en la creación. Por otro lado, reconocer la realidad del teatro en México, que vive una mínima proyección y descentralización de éste en las regiones más alejadas de las capitales culturales, se ha convertido en una misión para la compañía, intentando paliar la falta de públicos y de las expresiones escénicas en el país tanto de calle como otras y para las poblaciones con menos recursos.
Así, se volvió una necesidad la creación de espectáculos que lograran transportarse con practicidad y sencillez, con un equipo de trabajo pequeño, y que nuestro espacio escénico cupiera en cualquier lugar.
En la primera producción, “Sin pies ni cabeza”, se concretó este planteamiento de mínimos elementos, y lejos de acotarnos nos impulsó a encontrar otras formas para contar. Con esta puesta en escena logramos llegar a localidades barriales, colonias y vecindades populares en la Ciudad de México y Estado de México, dentro de nuestro primer proyecto social, que nombramos Teatro en tu puerta.
Así iniciamos con una posibilidad que se ha convertido en una visión de la compañía tanto en los lenguajes como en los discurso, pensando en hacer un teatro profesional y social, para un público popular y que a la vez tenga lugar en los foros y espacios reconocidos nacional e internacionalmente.
Hemos recorrido las comunidades de la meseta purépecha y en la zona lacustre del Lago de Pátzcuaro, así como en municipios de Morelia, Colima, Estado de México, Tlaxcala, Veracruz, Tabasco, Baja California, Puebla, Querétaro, Hidalgo, Zacatecas y Chiapas.
La comunicación de Ráfaga Teatro con el público de las comunidades y barrios de nuestro país ha sido muy fructífera para el crecimiento de nuestro teatro. Como grupo hemos entendido que es muy importante la mirada espectador, ya que en una comunicación constante hacemos crecer juntos el dialogo humano, por lo tanto el del teatro. Al público de los barrios y pueblos no se le puede mentir, si algo le gusta o desagrada es honesto por lo tanto todos los espectáculos de nuestra compañía se han estrenado en comunidades de la Riviera del lago de Pátzcuaro, esta tradición se ha dado luego de entender que a nosotros como creadores se nos escapan cosas que sólo el espectador, aquel no viciado por los cánones de la alta cultura puede ver. No se trata de ser complacientes con el público, ni eliminar lo creado, sino de capitalizar el trabajo y transformar aquello que no es tan claro, así como en una charla alguien de los presentes no entiende lo que dices y pide que lo digas más fuerte, que lo pongas en contexto o que lo digas más despacio.
En esta comunicación nos hemos encontrados con un sinfín de anécdotas y acontecimientos que nos han hecho crecer, como estrenar una de nuestras obras y hacia el final de la presentación quedarte con muy pocos espectadores, o ser interrumpidos a media obra por vacas, o actuar bajo una lona frente a mil personas en un día de la madre y que el viento levante una alberca de agua formada en la lona y que esta le caiga a la multitud y todos comiencen a reír para ya no seguir el hilo de la historia, o ser interrumpidos por perros, carros o anuncios durante la función, todo esto nos ha hecho entender el presente, el contexto, nos ha hecho saber que la comunicación y el diálogo son importantes y estos deben estar siempre vivos.
Hacemos uso de los territorios cómicos, teatralidades del gesto, la máscara y el teatro físico, esto nos ha permitido acceder al público de manera franca y sencilla, mostrando el teatro como una actividad en la que nos recreamos, con la firme convicción de impulsar una cultura de paz. Fomentamos y fortalecemos así el derecho a la cultura, su desarrollo y la participación ciudadana en la recuperación de espacios públicos y populares con el teatro de calle.